Pobrema, por ejemplo, jamás
había sido escrita ni pronunciada, no estaba en ningún libro ni en ningún
periódico, no formaba parte de ninguna canción, de ningún verso, ni de manual
alguno de instrucciones. Nadie la añadiría a la lista de la compra. Pobrema estaba
excluida del mundo de las palabras, que no toleraban su presencia. Si se
acercaba a un libro le cerraban el paso antes de que cruzara la cubierta; si a
un diálogo, era rechazada por los que participaban en él; si a un taller de
etiquetas o rótulos, terminaba en el cubo de la basura, junto a los
desperdicios de la jornada. Inhábil para pertenecer a nada o a nadie, se
ocultaba durante el día y por la noche salía a respirar, pegándose, como los
insectos nocturnos, a las ventanas en las que había luz. Si descubría a alguien
escribiendo o hablando al otro lado, intentaba llamar discretamente su atención
con la esperanza de que solicitara sus servicios. Lejos de eso, la gente corría
las cortinas o bajaba las persianas como quien vuelve la vista frente a un espectáculo
desagradable.
Todo esto se lo contó la
palabra Pobrema a Julia una noche que se coló en su habitación y revoloteó como
un insecto alrededor de la lámpara antes de posarse con mil cautelas en el borde
de la mesa. La chica dice que levantó los ojos del libro de gramática que tenía
delante y preguntó a Pobrema qué hacía allí.
—Yo, nada —dijo Pobrema—. ¿Y
tú?
—Yo estudio Lengua —confesó
la chica.
—Entonces sabrás decirme por
qué,siendo una palabra, no me aceptan en ninguna frase.
Julia dice que tomó un
diccionario que había sobre la mesa, junto al libro de texto, y lo abrió para
buscarla, pero no dio con ella.
—No estás aquí —dijo.
—¿Cómo voy a estar ahí si
estoy aquí? —respondió Pobrema.
—Las palabras pueden estar
en muchos sitios a la vez, pero si no estás aquí, no estás en ninguno porque no
existes.
—¿Cómo puedes hablar conmigo si no existo?
—No lo sé, también hablo con
personas imaginarias. Las personas imaginarias, sin existir, tienen una
capacidad especial para comunicarse con lasreales. Pero para ser una palabra
has de significar algo como para ser médico necesitas un título.
—¿Y qué es el significado?
Julia hizo ademán de responder, pero al no dar
con las palabras adecuadas, prefirió consultar de nuevo el diccionario.
Juan José Millás
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