“Yo no soy irlandés. Nací en
Cambridge, y creo que sigo siendo muy inglés. La gente suele decir que los
ingleses han desarrollado sus cualidades de sangre fría y de reserva, y también
una manera de enfrentarse con humor a los acontecimientos de la vida, incluidos
los más trágicos. Es bastante cierto, y una completa estupidez por su parte. El
humor no nos salva; no sirve prácticamente para nada. Uno puede enfrentarse a
los acontecimientos de la vida con humor durante años, a veces muchos años, y
en algunos casos puede mantener una actitud humorística casi hasta el final;
pero la vida siempre nos rompe el corazón. Por mucho valor, sangre fría y humor
que uno acumule a lo largo de su vida, siempre acaba con el corazón destrozado.
Y entonces uno deja de reírse. A fin de cuentas, ya sólo quedan la soledad, el
frío y el silencio. A fin de cuentas, sólo queda la muerte.”
Las
partículas elementales, de Michel Houellebecq.
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