“Cojo frases y les doy vueltas. Eso es mi vida. Escribo
una frase y le doy una vuelta. Luego la miro y le doy otra vuelta. Luego como
algo. Luego vuelvo y escribo otra frase. Luego tomo el té y le doy una vuelta a
la nueva frase. Luego vuelvo a leer ambas frases y sigo dándoles vueltas. Luego
me echo en el sofá y pienso un poco. Luego me levanto, lo tiro todo a la
papelera y empiezo desde el principio. Y si me desentiendo de esa rutina
durante más de veinticuatro horas, me pongo frenético de aburrimiento, por la
sensación de estar desperdiciando el tiempo.”
La visita al maestro, de Philip Roth.
No hay comentarios:
Publicar un comentario